La temperatura fue cambiando
Llegados a ciertas profundidades, se toparon con que las temperaturas que habían alcanzado ya les estaban impidiendo continuar, por lo que tenían que intentar algo cuanto antes. El hecho de que se encontraran con temperaturas tan elevadas no lo podían haber tenido previsto para entonces en aquel momento, por lo que se les empezaba a complicar todo de manera mucho más seria de lo que esperaban. Las temperaturas en aquellas profundidades alcanzaban más de los 100 grados Celsius, bastante más de lo que habían imaginado, en concreto más de 80 grados.
Todavía hay más
Pero eso no iba a ser todo. No habían bajado hasta allí para detenerse con una subida de temperaturas. Hicieron todo lo que pudieron y consiguieron seguir cavando a pesar de las condiciones de temperatura extrema a las que estaban expuestos. Una vez comenzaron de nuevo las excavaciones, se dieron cuenta de que el granito era bastante más delgado y fino de lo que se habían encontrado anteriormente. Por lo tanto, a pesar de ser a priori una buena noticia, también podía significar un riesgo de derrumbe y rotura poniendo en peligro toda la excavación que llevaban hasta ahora.